jueves, 19 de noviembre de 2009

Una aventura que empezó en 1998...

Y se acabo la semana lectiva propiamente dicha, bueno realmente acaba mañana viernes; pero hoy a las 14.15 con el examen de historia se puede decir que hemos terminado; así que mañana en principio día de relax en clase, intentar no dormirse las primeras horas y poco más. Una vez acabado al examen me fui a casa de mis abuelos a comer, después fui a cortarme el pelo y ya para acabar la sobremesa, quedé con Jesús y Pachi para ir al entrenamiento de árbitros, que hoy tocaba en la Sindical, un pabellón de aquí de Salamanca; de forma que de cinco a seis y media hemos estado allí pasando la tarde. Cuando hemos terminado he acompañado a Jesús hasta su casa porque había quedado con Ricki y Nacho cerca de donde vive él para hacer unas “transacciones” como nosotros las llamamos y dar una vuelta –vaya pedazo de “lo que vosotros ya sabéis” hemos comprado…-; destacar las 12 castañas que se ha pimplado Nacho aunque estaba un poco mosqueado porque una no le había salido buena, me voy a ahorrar la descripción que ha dado…xD! Y ahora pues andaba aquí mirando un poco la página de Marca, y ojeando los deportes; Ah! Se me olvidaba por petición de Ricki os pongo un texto que escribí el año pasado y que le gustó bastante, está relacionado con algo muy importante para mí a ver si lo adivináis…

“Aún recuerdo el día en que te conocí, recuerdo mi primera impresión, te vi demasiado grande, como para que un chico normal como era yo pudiera defenderte, no imaginé que tú, ibas a ser mi fiel compañera desde mi infancia.
Llegué a ti por error, creo que tú fuiste la que me buscaste y todo porque el que debía protegerte aquel día falló; sentí entonces que era mi momento, mi oportunidad… Me llamaste, tenía que conseguir que nada pudiera franquear aquel paso entre la desolación y el éxito. Y allí estaba yo; contigo y con ellos; ellos, mis compañeros de batalla, los cuales juntos sólo buscábamos un único fin, defenderte y protegerte como a la propia vida.
Veías en el terreno de batalla a tu hermana gemela, a tu compañera, pero las tornas y todo cambiaba cuando el juez daba comienzo a la sesión, al juego; entonces ella se convertía en tu enemiga, ambas separadas tan sólo por una treintena de metros, y es que junto a ti “colchonera” y “rojiblanca” he pasado lo mejor y lo peor; en fin, tú, esa portería a la que sábado tras sábado juré que nunca sola dejaría y que siempre protegería.”
Pues sí una aventura que empezó un noviembre de 1998... ya ha pasado tiempo, y nada más os dejo que voy a hacer algún ejercicio de Física que si no mañana Lola nos empieza que ya estamos vagueando como de costumbre, Hasta Mañana!

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